Siempre me han gustado los documentales. Y si hay algo que me gusta más que eso son los falsos documentales. Si alguna vez volviera a ver televisión, creo que sólo usaría el Canal Historia, National Geographic… y la taquilla X. Pero os estaréis preguntando qué tiene esto que ver con el título a primera vista incomprensible de este post, y es sencillo: Los Beatles están de moda.
No exactamente, el grupo británico lleva años estando de moda y siendo un referente de la cultura Pop del siglo XX, incluso cuando este año se cumplirán tres décadas del asesinato de John Lennon a manos de Mark Chapman, que este mismo Octubre espera que se le otorgue por fin la libertad condicional. Si finalmente se lleva a cabo os garantizo que los discos de este grupo subirán como la espuma y estaremos ante una nueva Beatlemanía. Pero antes de que todo esto ocurra o no, ya hay quien ha pensado en una especie de homenaje. Y como lo que realmente está de moda ahora son los zombies, qué mejor idea que convertir a John Lennon en una bestia ávida de sangre que regrese de entre los muertos para devorar los cerebros de toda la humanidad.
No sé si en Tierra de Cinéfagos comentamos la nueva tendencia de adaptar clásicos de la literatura o personajes históricos y modificarlos para enfrentarlos a criaturas sobrenaturales. Ahí tenemos “Orgullo y prejuicio y Zombies” y “Abraham Lincoln cazavampiros”, este último con un tráiler muy cuco que nos presenta al presidente de los Estados Unidos hecho todo un Buffy. Esas novelas, que al parecer son un éxito, son todo lo que un productor ávido de estampitas con el símbolo del dólar puede querer. Aún estamos a la espera de que la primera de ellas llegue a nuestras pantallas cuando nos enteramos de que los productores de Pulp Fiction quieren sacar adelante una historia donde John Lennon, convertido en Zombie, mataría a sus compañeros y después los resucitaría para sembrar el caos. Si hasta ahí las cosas ya parecen una bizarrada, supongo que no mejorarán mucho cuando se encuentren con Mick Jagger, convertido en un cazador de zombies y una Yoko-Ono entrenada en artes marciales.
Sí, estáis despiertos (ahora mismo yo tengo a mi alrededor una banda de percusión formada por martillos hidráulicos y albañil adormilados con martillos) y es una realidad. Más o menos como lo de Titanic 2.
Lo único es que quizá están llegando demasiado tarde. Según unos estudios de mercado, las historias de zombies descienden en ventas junto con los vampiros (joróbate, crepúsculo) y ahora lo que tienen éxito son los “ángeles caídos”. No voy a hacer chistes acerca de la originalidad de todo esto, y más teniendo en cuenta que hay versiones donde el primero de los vampiros fue Lillith, la primera esposa de Adán, o Judas, castigado por Dios y sin soportar la plata debido a las treinta piezas que cobró por vender a Jesucristo a los fariseos. Además existe una película de serie Z titulada “Jesucristo cazavampiros”, que no he tenido el valor para ver más de cinco minutos. Aun así, creo que la gracia de estas películas residirán en su mala leche más que en la moda de los devoradores de carne (de la que yo acabé un pelín cansado). Además existía la leyenda urbana de que Paul MacCartney estaba en realidad muerto y que su lugar lo ocupaba un doble. Algo muy gracioso (ya que es el que de mejor salud parece gozar) y que le hicieron sacar un disco titulado Paul is Live, con el mismo fondo que Abbey Road y con un montón de pequeños guiños que echaban por tierra las teorías de la conspiración.
Aun así, como me gusta mucho las películas donde mezclan realidad y ficción, (y ahí entra mi gusto por los falsos documentales o la propaganda electoral) hace poco encontré un video donde, situándonos en el año 3000, un grupo de historiadores trataban de descubrir quiénes habían sido los Beatles.
Ps: ¿Soy el único al que le inquieta el emperador Morlock?
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